Pulgar en resorte

PULGAR EN RESORTE

El pulgar en resorte es una de las patologías más frecuentes de la extremidad superior de los niños sin contar los traumatismos. A pesar de ser un problema sencillo, muchas veces es desconocido incluso por parte del personal sanitario, por lo que a veces se confunde el diagnóstico y se etiqueta de lesión producida por un traumatismo, instaurándose tratamientos erróneos.

Normalmente se diagnostica en niños pequeños, en la edad de 1 a 4 años. Al inicio del proceso podemos notar un chasquido o resorte al realizar la flexión y extensión del pulgar (generalmente al estirar el dedo), que no suele ser doloroso; pero lo más frecuente es que nos encontremos con que el niño tiene un pulgar flexionado que no podemos extender, y en la base del pulgar podamos palpar un pequeño bulto.

Se debe a un conflicto de espacio entre el tendón flexor del pulgar y una banda fibrosa (polea) por dentro de la que desliza. Si esta polea es más estrecha de lo normal el tendón se irrita e inflama al rozar cada vez que el niño mueve el dedo hasta que el nódulo que se forma por esa inflamación no cabe por dentro de la polea y el dedo queda bloqueado sin poderse extender.

Se sabe que un pequeño porcentaje de pacientes se resuelve espontáneamente, pero nunca lo hace más allá de los 3-4 años, por lo que su tratamiento es quirúrgico siempre por encima de esa edad, y recomendable una vez que el niño tiene más de 1 año. La cirugía es sencilla, aunque necesita anestesia general.

Consiste en abrir esa polea para que el tendón pueda hacer todo el recorrido. La recuperación es rápida, lo que tardan en quitarse los puntos, y los resultados son buenos ya que el niño comienza a mover completamente el dedo el primer día tras la cirugía.