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Disfuncion Erectil
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Disfunción eréctil
La disfunción eréctil se define como la incapacidad perdurable o reiterada para lograr la suficiente rigidez del pene, y mantenerla el tiempo necesario para conseguir una relación sexual satisfactoria. El término se refiere únicamente a la capacidad de erección del pene y no implica trastornos del deseo sexual, la eyaculación o el orgasmo. Para que se determine la existencia de disfunción eréctil, la afección debe prolongarse por un mínimo de tres meses.
Tipos de disfunción eréctil
En la función eréctil intervienen diversos factores físicos y psicológicos, por lo cual la alteración de uno o más factores puede llevar a disfunción erectil. Podemos clasificarla en tres grupos:
- Orgánica: puede ser secundaria a lesiones vasculares (lo más frecuente 60-80%), neurológicas (10-20%), hormonales (5-10%) o locales.
- Psicógena: debido a una disfunción del mecanismo eréctil sin lesiones físicas.
- Mixta: debida a la combinación de factores orgánicos y psíquicos.
A quién afecta
La disfunción eréctil es un problema de salud de alta prevalencia entre los varones mayores de 40 años, y tiene una importante repercusión en la calidad de vida del varón afectado, así como en la de su pareja.
La valoración de las disfunciones sexuales del varón en la sociedad occidental, y quizá de forma especial en el medio urbano, ha aumentado de forma espectacular en los últimos años.
Por otra parte, la reciente disponibilidad de fármacos orales con un buen perfil de eficacia y seguridad para el tratamiento de la disfunción eréctil, ha transformado el abordaje diagnóstico y terapéutico de este problema.
Un estudio realizado en Estados Unidos entre 1.290 varones, de edades comprendidas entre 40 y 70 años, estimó que la prevalencia global era del 52%.
El estudio EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina), que se realizó en 2.476 varones españoles, de entre 25 y 70 años, encontró algún grado de disfunción eréctil en el 12,1%. La prevalencia en España se estima entre 1.500.000 a 2.000.000 de varones.
Factores de riesgo de la disfunción eréctil
- Edad: la probabilidad de padecer de la disfunción eréctil, así como su severidad, se incrementan conforme aumenta la edad, aunque no debe ser considerada como una consecuencia inevitable de la misma.
- Diabetes mellitus: es la enfermedad endocrina asociada con mayor frecuencia a esta enfermedad. La probabilidad de padecer disfunción eréctil es tres veces superior en pacientes con diabetes mellitus en comparación con la de la población general. El 15% de los varones sanos con disfunción eréctil presentan una sobrecarga de glucosa alterada. Los mecanismos etiopatogénicos implicados en el desarrollo de de la disfunción eréctil en los diabéticos serían vasculares, neuropáticos y por disfunción gonadal.
- Enfermedad cardiovascular: se ha demostrado la asociación de disfunción eréctil con la presencia de cardiopatía, hipertensión arterial, enfermedad vascular periférica y descenso del colesterol HDL.

- Tabaquismo.
- Secundaria a fármacos: fármacos que causan hiperprolactinemia, que disminuyen los niveles de testosterona, psicotropos y antihipertensivos.
- Secundaria al consumo de drogas: cocaína, heroína, etcétera.
- Trastornos afectivos: se han relacionado con la aparición de disfunción eréctil tanto las causas psicológicas como la baja autoestima, los conflictos de pareja, el estrés, una educación sexual muy prohibitiva, traumas o abusos sexuales en la infancia, trastornos de identidad sexual, o trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y la psicosis.
Diagnóstico de la disfunción eréctil
El diagnóstico de la disfunción eréctil consta de dos niveles y depende de los objetivos del paciente y su pareja, así como de la edad, el estado general de salud y la condición médica del sujeto. El primer nivel es una anamnesis médica y psicosexual detallada, un examen físico completo, y una evaluación de laboratorio hormonal y básica, seguidos de la discusión de las opciones terapéuticas sin recurrir a otros estudios. Y un segundo nivel, que tiene por finalidad determinar con precisión la causa de la de la disfunción eréctil, y requiere uno o más de los siguientes estudios: consulta psicológica, prueba de la tumescencia nocturna (TPN), evaluación neurológica avanzada y estudios arteriales y venosos funcionales.
Las pruebas diagnósticas de la disfunción eréctil se dividen en muy recomendadas, recomendadas, opcionales y especializadas:
Pruebas muy recomendadas: se deben realizar en todos los pacientes, e incluyen una historia clínica completa y una exploración física.
Pruebas recomendadas: deben realizarse en la mayoría de los pacientes, y consisten en determinaciones analíticas como glucemia, perfil lipídico, testosterona libre o total, en mayores de 50 años, o más jóvenes si aparecen signos o síntomas de hipogonadismo, como disminución del deseo sexual, del volumen testicular bilateral, y de los caracteres sexuales secundarios.
Pruebas opcionales: se recomiendan en determinados grupos de pacientes, dependiendo del criterio médico, y son: hemograma, función renal y hepática, hormonas (LH, prolactina, TSH, T4 y cortisol en sangre y orina).
Pruebas especializadas: están indicadas en aquellos casos en los que sea preciso distinguir entre naturaleza psicógena y orgánica del proceso.
Son las pruebas de objetivación de la erección espontánea:
El registro de rigidez y tumescencia peneana nocturna (Rigiscan- NPT): consiste en registrar las erecciones que se producen mientras el paciente permanece dormido. El registro se ha de efectuar preferentemente durante tres noches.
Test de la estimulación visual: consiste en la visualización de films eróticos que producen una erección en la mayor parte de los hombres. La presencia de erección descarta que la causa de la disfunción eréctil sea orgánica.
Los objetivos de la evaluación diagnóstica, ya sea exhaustiva o limitada, son:
- Determinar las causas médicas y psicológicas.
- Evaluar la severidad y el grado de responsabilidad de la misma.
- Establecer una estrategia terapéutica que sea compatible con el diagnóstico específico y cumpla las expectativas del paciente y de su pareja.
Tratamientos de la disfunción eréctil
Fármacos orales.
Citrato de sildenafilo: es considerado actualmente como el tratamiento de elección en la disfunción eréctil. Precisa de deseo sexual y estimulación previa para su efecto. Las contraindicaciones absolutas de sildenafilo son:
Cirugía revascularizadora (venosa, arterial).
Implante de prótesis de pene. Las prótesis peneanas no suponen ningún tipo de actuación sobre la capacidad de orgasmo, eyaculación o deseo. Las complicaciones más frecuentes de las prótesis son: problemas técnicos, infección, problemas quirúrgicos postoperatorios y fallos mecánicos.
Terapia sexual. Y en los casos en que la causa sea orgánica (diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemia, etc.) es fundamental el control óptimo de estas enfermedades.
Prevención de la disfunción eréctil
La prevención de la disfunción eréctil está orientada a evitar, en la medida de lo posible, los factores de riesgo que contribuyen a su aparición. Como hemos visto, aunque las posibilidades de padecer de la disfunción eréctil se incrementan con la edad, la disfunción eréctil no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Sin embargo, existen una serie de enfermedades y de hábitos nocivos, como el tabaquismo y el alcoholismo, que predisponen a padecer este problema.
Se puede, por tanto, prevenir la aparición de disfunción eréctil adoptando unos hábitos de vida saludables desde la juventud, o modificando los que sean incorrectos. Algunas medidas que se pueden tomar son:
Dejar de fumar: El tabaco dificulta la circulación sanguínea, por lo que el pene recibe un riego menor.
No abusar del alcohol: Si se trata de un abuso ocasional, los efectos inmediatos derivados de la ingesta excesiva de alcohol se traducen en que la sensación de excitación que siente el bebedor no se acompaña de la rigidez peneana habitual, es deci
r, que la rigidez es menor que cuando no consume alcohol.
Realizar ejercicio: Como en tantas otras afecciones, el sedentarismo es un importante factor de riesgo para desarrollar disfunción eréctil. El ejercicio físico practicado regularmente (como mínimo 3 ó 4 veces a la semana durante al menos 30 minutos) tiene numerosos beneficios, disminuye las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, al reducir el colesterol malo y favorecer la circulación sanguínea
Controlar el peso: El exceso de peso y la obesidad están relacionados con desórdenes metabólicos que pueden desembocar en diabetes mellitus, una enfermedad fuertemente asociada con la disfunción eréctil. Por lo tanto, es necesario seguir una dieta sana y equilibrada combinada con la práctica de ejercicio recomendada en el punto anterior, para evitar el exceso de peso y sus consecuencias indeseadas.
Descansar: La falta de horas de sueño, el estrés y una actividad excesiva, pueden bajar la libido y llegar a causar disfunción eréctil. Buscar tener más horas de descanso efectivas es vital para hacer remontar tu deseo.
No automedicarse: Determinados medicamentos pueden ocasionar de la disfunción eréctil. Nunca debe tomar medicamentos sin control médico.
Consultar al médico : Si se padece un episodio de disfunción eréctil aislado no suele ser preocupante, pero si la situación se repite es preciso acudir al médico porque el diagnóstico precoz facilita el tratamiento de la afección.
Tratar la ansiedad y la depresión : La disfunción eréctil puede estar originada por trastornos afectivos, traumas, problemas de pareja... que es necesario diagnosticar y tratar adecuadamente. Una vez eliminada la causa se eliminan también sus consecuencias.
Dr.Torres
Equipo de Urología
Colonoscopia
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Colonoscopia
Es un examen en el que se visualiza el interior del colon (intestino grueso) y el recto, mediante un instrumento llamado colonoscopio.
El colonoscopio tiene una pequeña cámara fijada a una sonda flexible que puede alcanzar toda la longitud del colon.
Forma en que se realiza el examen
La colonoscopia se lleva a cabo a menudo en una sala de intervenciones en el consultorio de su médico. También se puede llevar a a cabo en el departamento de pacientes ambulatorios de un hospital o centro médico.
- A usted generalmente le administrarán un medicamento dentro de una vena para ayudarlo a relajarse y no debe sentir ningún dolor. Estará consciente durante el examen e incluso puede ser capaz de hablar. Probablemente no recordará nada.
- Se acostará sobre el costado izquierdo con las rodillas flexionadas hacia el tórax.
El colonoscopio se introduce suavemente a través del ano. Se desplaza con cuidado hasta el comienzo del intestino grueso y se lleva de forma lenta hasta la parte más baja del intestino delgado.- Se insufla aire a través del colonoscopio para brindar una mejor vista. Se puede utilizar la succión para retirar líquidos o heces.
- El médico obtiene una mejor vista a medida que se va sacando el colonoscopio. Por lo tanto, se realiza un examen más cuidadoso mientras se va extrayendo este instrumento.
- Se pueden extraer muestras de tejido (biopsia) o pólipos con pinzas pequeñas introducidas a través del colonoscopio. Asimismo, se pueden tomar fotografías mediante la cámara en el extremo del colonoscopio. De ser necesario, también se realizan procedimientos tales como terapia con láser.
Preparación para el examen
Los intestinos necesitan estar completamente vacíos y limpios para el examen. Un problema en el intestino grueso que necesite tratamiento se puede pasar por alto si los intestinos no están limpios.
Su proveedor de atención médica le indicará los pasos para la limpieza de sus intestinos. Esto se llama la preparación del intestino. Los pasos pueden incluir:
Uso de enemas
No comer alimentos sólidos durante 2 o 3 días antes del examen
Tomar laxantes
Usted debe beber muchos líquidos claros durante 1 a 3 días antes del examen. Ejemplos de líquidos claros son:
Café o té claro
Caldo o consomé sin grasa
Gelatina
Bebidas para deportistas sin colorantes adicionados
Jugos de frutas colados
Agua
Es probable que le soliciten que deje de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros anticoagulantes durante varios días antes del examen. Siga tomando los otros medicamentos a menos que el médico le indique lo contrario.
Tendrá que dejar de tomar líquidos o pastillas de hierro unos días antes del examen, a menos que su proveedor de atención médica le diga que está bien continuar. El hierro puede hacer que las heces se tornen de color negro oscuro, lo cual le dificulta más al médico la visualización del interior del intestino.
Lo que se siente durante el examen
Los medicamentos le causarán sueño, así que posiblemente no sienta ninguna molestia y tal vez no tenga ningún recuerdo del examen.
Usted puede sentir presión a medida que el colonoscopio va entrando. Igualmente, puede sentir cólicos breves y dolor debido al gas a medida que se introduce aire o que avanza el colonoscopio. El paso de los gases es necesario y es de esperar que suceda.
Después del examen, puede tener cólicos abdominales leves y expulsar muchos gases. También puede sentirse con distensión y enfermo del estómago, lo cual pronto desaparece.
Usted debe ser capaz de volver al hogar 1 hora después del examen. Debe hacer los arreglos necesarios para tener alguien que lo lleve a casa después del examen, porque estará aturdido y no podrá conducir. Los proveedores de atención médica no le permitirán salir hasta que alguien llegue a ayudarlo.
Cuando esté en casa:
- Beba mucho líquido. Consuma una comida saludable para restaurar su energía.
- Debe ser capaz de retornar a sus actividades regulares al día siguiente.
- Evite conducir, operar maquinaria, beber alcohol y tomar decisiones importantes durante al menos 24 horas después del examen.
Razones por las que se realiza el examen
La colonoscopia se puede hacer por las siguientes razones:
- Dolor abdominal, cambios en las deposiciones o pérdida de peso.
- Cambios anormales (pólipos) hallados en una sigmoidoscopia o en exámenes radiográficos (tomografía computarizada o enema opaco).
- Anemia debido al bajo nivel de hierro (p
or lo regular cuando no se ha encontrado ninguna otra causa). - Sangre en las heces o heces negras o alquitranosas.
- Seguimiento de un diagnóstico previo, como pólipos o cáncer de colon.
- Enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn).
- Exámenes de detección para cáncer colorrectal.
Significado de los resultados anormales
Los resultados anormales de los exámenes pueden significar cualquiera de los siguientes:
- Bolsas anormales en el revestimiento de los intestinos, llamadas diverticulosis.
- Áreas de sangrado.
- Cáncer en el colon o el recto.
- Colitis (un intestino hinchado e inflamado), debido a la enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa, infección o falta de circulación.
- Pequeños crecimientos llamados pólipos en el revestimiento del colon (los cuales se pueden extirpar a través del colonoscopio durante el examen).
Riesgos
Los riesgos de la colonoscopia pueden incluir cualquiera de los siguientes:
Sangrado profuso o continuo a raíz de la biopsia o la extirpación de los pólipos.
Agujero o ruptura en la pared del colon que requiere una cirugía para repararlo.
Infección que requiere terapia antibiótica (muy rara).
Reacción al medicamento que le recetaron para relajarse, que causa problemas respiratorios o presión arterial baja.
Dr. Durán
Hemorroides
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Hemorroides
Las hemorroides son un tema sobre el cual apenas se habla, pero que afecta a muchas personas. Además, para ser exactos, todos tenemos hemorroides. Anatómicamente, las hemorroides son plexos, cojinetes o almohadillas de tejido submucoso donde están contenidas las vénulas y arteriolas del conducto anal. Solo son patológicas cuando el flujo de sangre en esta zona de vasos sanguíneos se interrumpe. Se habla de enfermedad hemorroidal cuando hay dilataciones varicosas de las venas hemorroidales.
Se estima q
ue más del 50% de las personas mayores de 30 años tienen hemorroides engrosadas que les producen molestias, lo que se llama padecer de enfermedad hemorroidal. En el lenguaje cotidiano se emplea simplemente el término de hemorroides, aun cuando uno se refiere a la enfermedad hemorroidal. No solo la gente mayor se ve afectada por este engrosamiento de las hemorroides, sino también muchos jóvenes.
Las hemorroides con un leve engrosamiento o inflamación no pueden ser vistas ni palpadas por el médico. En estadios más avanzados, las hemorroides sobresalen por el canal anal. Durante el momento de la defecación, y debido al aumento de presión, aparecen para desaparecer después. Al suceder esto, las hemorroides pueden quedar atrapadas en el ano, lo que produce intenso dolor
¡Evita el sobrepeso! Cuanto más elevado sea el sobrepeso mayor es la presión a la que se somete a la zona anal, un factor de riesgo para el aumento de las hemorroides.
Las hemorroides se pueden prevenir o aliviar en gran medida aunque la predisposición juegue un papel importante en la aparición de las hemorroides. Empecemos por los hábitos en el WC.
Los síntomas típicos de las hemorroides engrosadas son: sangrados no dolorosos de color rojo vivo en la zona anal. Los pacientes ven habitualmente sangre en el papel higiénico. Además, se añaden molestias como picor, ardor, manchado y sensación de vaciamiento incompleto del intestino..
Las causas para la inflamación de las hemorroides son múltiples. Van desde el estreñimiento con aumento del esfuerzo al defecar, hasta el sobrepeso y una debilidad congénita del tejido conectivo.
Hacer mucho ejercicio y llevar una dieta equilibrada y rica en fibra, puede ayudar a tener deposiciones blandas y regulares, lo que reduce los síntomas que producen las hemorroides. Las pomadas para el tratamiento de las hemorroides y los supositorios que reducen la inflamación pueden ayudar con los síntomas leves. Si la afectación es mayor, los vasos sanguíneos afectados y el tejido inflamado circundante debe ser esclerosado (tratamiento
Todas las personas tienen anatómicamente venas hemorroidales (del griego haímas: sangre, rhein: fluir). Las hemorroides son una importante estructura del canal anal. Las hemorroides son engrosamientos en forma de nudos de los cuerpos cavernosos del recto, que se encuentran en la parte superior del esfínter del ano. Arterias y venas irrigan estos cuerpos cavernosos.
Los síntomas que se conocen habitualmente como hemorroides deberían ser llamados correctamente enfermedad hemorroidal. Se habla de enfermedad hemorroidal cuando estas hemorroides están aumentadas de tamaño y causan inflamación y molestias.
Grado de las hemorroides
Las hemorroides se clasifican en 4 grados diferentes dependiendo del grado de inflamación. En cada grado aparecen diversos síntomas:
Grado I de hemorroide.
En este estadio aparecen las hemorroides algo aumentadas de tamaño, pero son relativamente pequeñas y no visibles desde fuera. Pueden desaparecer espontáneamente o sin tratamiento especializado y en la mayor parte de los casos no producen ningún tipo de síntoma. Solo con la ayuda de una cámara introducida a través del canal anal para observar el recto (rectoscopia), puede el médico reconocer la hemorroide en este grado.
Grado II de hemorroides
En este estadio, los nudos son mayores y aparecen claramente al aumentar la presión en el ano. Durante la defecación van a ser empujados fuera del ano y después van a volver al interior del conducto anal. Las hemorroides se reducen al interior del ano espontáneamente.
Grado III de hemorroides
En este estadio, las hemorroides “caen” tras la defecación o incluso de forma espontánea fuera del esfínter anal. Se habla entonces de un prolapso. Las hemorroides no van a desaparecer por el canal anal de forma espontánea. El afectado puede empujar las hemorroides con el dedo de vuelta al interior del canal anal.
Grado IV de hemorroides
En este último estadio, las hemorroides están permanentemente fuera del ano y no pueden ser reintroducidas de forma manual (prolapso fijo). En este grado, las hemorroides son visibles siempre. Generalmente, esto lleva a un prolapso anal, en el que, además de los nudos hemorroidales, también sobresale la mucosa hasta dos centímetros por fuera del ano.
Incidencia
Las hemorroides son muy frecuentes. Como la mayor parte de los pacientes con leves molestias en la zona anal no consultan al médico, se desconocen los números exactos. Las estimaciones científicas determinan que más de un 50% de los mayores de 30 años las padecen.
Causas
Las causas de la enfermedad hemorroidal son múltiples. Se crean por la inflamación de los tejidos en los cuerpos cavernosos anales. Esto sucede fundamentalmente cuando esta zona es sometida a presión. Esto puede ocurrir, por ejemplo cuando se sufre estreñimiento crónico o cuando es necesario ejercer mucha fuerza al defecar.
Debilidades congénitas de los tejidos que lleva al debilitamiento del esfínter
Una ocupación que implique estar la mayor parte del tiempo sentado
Sobrepeso
Embarazo
Síntomas
En las hemorroides, los síntomas van a depender del grado. Para ser exactos debemos hablar de enfermedad hemorroidal, ya que las venas hemorroidales pertenecen a la anatomía normal de las personas. Solo cuando estas venas se ven engrosadas aparecen los síntomas y entonces sí se produce la enfermedad hemorroidal.
Las dilataciones en forma de nudo en el recto son mayores, saliendo de forma ocasional por fuera del canal anal. Puede aparecer dolor, que se origina en la piel sensible del canal anal. Más síntomas en este estadio son, por ejemplo, los siguientes:
Sangrados indoloros al defecar, que bien aparecen con las deposiciones o en forma de gotas.
Quemazón, picor, piel inflamada y enrojecida y exudado de la zona anal.
Aparece una sensación de vaciado rectal incompleto tras la defecación.
Las hemorroides a partir del grado III están presentes tras la defecación o a veces, incluso, de forma espontánea en el ano, y así permanecerán si no son tratadas.
Los pacientes desarrollan los siguientes síntomas:
Pinchazos y sensación de comezón en la zona anal
Picor en el ano
Producción de un exudado que mancha la ropa interior
Incontinencia ocasional de heces
Sensación permanente de cuerpo extraño en el canal anal
Sangrados
Dolor
Diagnóstico
El diagnóstico de las hemorroides se suele hacer en función de los síntomas que manifiesta el paciente. Aunque los síntomas típicos de las hemorroides, como, por ejemplo, el sangrado con la deposición o el dolor anal, también pueden aparecer en otras enfermedades.
Fundamentalmente si aparece sangre con la deposición, el médico deberá descartar la presencia de un tumor maligno de la zona del colon o recto (cáncer colorrectal). Por este motivo, se realiza un tacto rectal de la zona anal. De este modo se palpan lesiones en este área.
Para confirmar el diagnóstico se puede realizar una visualización con una cámara en la zona del ano (proctoscopia) y del recto (rectoscopia).
Las hemorroides inflamadas no tienen que ser tratadas si no producen molestias o estas solo aparecen de forma ocasional. Lo importante es que el médico pueda descartar un tumor maligno en caso de sangrado con la deposición. En este caso, haría falta una visualización de todo el intestino grueso mediante una colonoscopia.
Tratamiento
Las molestias que produce la enfermedad hemorroidal se pueden reducir de forma eficaz si durante el tratamiento el paciente consigue que las deposiciones sean blandas. Esto ayuda a que se puedan eliminar sin mucho esfuerzo. El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas.
Un paciente puede hacer mucho para tratar las hemorroides. Unos cuantos cambios en los hábitos de vida y algunos remedios caseros pueden mejorar las molestias. Si se sufre estreñimiento, los siguientes consejos pueden ser de ayuda:
Realizar ejercicio de forma regular.
Mantener una alimentación equilibrada y rica en fibra, verduras y fruta.
Evitar los alimentos que produzcan gases.
Beber suficiente líquido. Entre 1,5 y 2 litros al día.
Consejo: tomar diariamente salvado de trigo con abundante líquido es muy beneficioso para tratar el estreñimiento.
Correcta higiene anal: Mantener una correcta higiene de la zona anal es muy importante en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal. Los baños de asiento y el uso de compresas con manzanilla pueden ser muy beneficiosos. Es importante evitar los jabones y las toallitas húmedas porque pueden irritar la piel y dificultar la curación.
Qué hacer si las molestias son intensas
Si los síntomas de las hemorroides son graves, las pomadas no serán suficientes para el tratamiento. Hay diferentes opciones. Las hemorroides grado I y II pueden ser eliminadas mediante escleroterapia, que consiste en la inyección de un material irritante (por ejemplo, fenol en aceite de almendras al 50%) en la submucosa para disminuir la vascularidad y producir fibrosis (cicatrización), la cual evita el prolapso del tejido y disminuyen los síntomas. Otra técnica es la ligadura mediante bandas elásticas (ligar = anudar). Una pequeña banda elástica de goma se aplica sobre el “cuello o base” de la hemorroide, cortando su riego sanguíneo. La hemorroide, junto a la banda, se cae a los 3-5 días y se forma una pequeña cicatriz que evita que el tejido pueda seguir prolapsándose y, por lo tanto, continuar produciendo síntomas.
Otra técnica de tratamiento de las hemorroides es la coagulación mediante infrarrojos, que coagula las proteínas del tejido y evapora el agua de las células, disminuyendo el flujo sanguíneo de la región a la cual se aplica.
LA TECNICA DE ELECCION DEBER SER LA CIRUGIA. GRADOS III Y IV
En general, la evolución de las hemorroides suele ser buena si la elección del tratamiento es el adecuado y se ha aplicado de forma precoz. Eso sí, siempre pueden volver a aparecer las hemorroides una vez tratadas y resueltas, lo que se denomina una recidiva.
¡Cuanto antes consultes a tu médico sobre los síntomas de las hemorroides, mejor!
Muchas personas se avergüenzan de consultar con el médico sus dudas sobre las hemorroides. Esto lleva a una evolución de la enfermedad y a un diagnóstico más tardío lo que dificulta la curación.
Complicaciones
Las hemorroides de grado IV que permanecen de forma permanente en el ano suelen erosionarse debido a la limpieza con papel higiénico. Pueden aparecer lesiones de la piel del tipo eccematoso con exudado de líquido y heridas llamadas fisuras anales.
Dado que las deposiciones contienen abundantes bacterias, estas zonas con heridas se pueden infectar fácilmente. En ocasiones, incluso se pueden formar bolsas de pus y abscesos, que tendrán que ser eliminados quirúrgicamente. Además, se pueden producir fistulas anales, que son conductos profundos que comunican la piel con el recto o con la pelvis.
Equipo de Cirugía
TDAH
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TRASTORNO DE LA HIPERACTIVIDAD
Recientemente ha salido a la luz un artículo en relación al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que ha supuesto una revolución en el mundo de la psiquiatría. Se trata de la confesión, en su lecho de muerte, del Psiquiatra que descubrió y estableció los criterios diagnósticos del TDAH. Parece ser que se sincera con sus seres queridos y confiesa que tal trastorno fue una invención.
Sin dudar del juicio de la realidad que pudiera tener este Psiquiatra en un momento tan dramático como es el de estar a las puertas de la muerte, es una realidad que mucho tiempo antes de que este colega estableciese los criterios diagnósticos de TDAH, se había detectado casos de niños y adolescentes con un carácter díscolo en el que destacaban la falta de atención, concentración y la inquietud motora. Casos similares se sucedieron y se evidenciaron hasta el punto de ponerle etiqueta. En aquellos tiempos se llamó Síndrome Postencefálico o Reacción hipecinética de la infancia.
En la actualidad el TDAH es una realidad que genera controversia y permite en cierta medida establecer un movimiento de continuo rechazo ante lo que es una evidencia que cada día vemos en consulta. Es cierto que los intereses de la farmaindustria han sido siempre un blanco fácil para los detractores del TDAH y que el sobrediagnóstico del trastorno es una realidad. A pesar de ello vemos cada día como hay un grupo de niños con un evidente fracaso escolar y que se benefician de un tratamiento (psicológico y psicofarmacológico) que revierte los síntomas.
Mi consulta es una plataforma que reivindica un correcto diagnóstico. No podemos meter a todos los niños con una clínica similar en el mismo saco y decir que todos son TDAH. Es el primer error que se está cometiendo. La falta de atención se puede deber a que el niño
está deprimido, sufre acoso escolar, tiene problemas en casa o que …realmente tiene un TDAH!. Cada causa de déficit de atención tiene un tratamiento y éste no siempre pasa por tener que dar psicoestimulante ( fármaco indicado para el TDAH).
Llegado este punto lo que propongo es no negar la existencia de este problema (TDAH) si no que hay que asumir su existencia y hacer un correcto diagnóstico de cada caso de forma individualizada. En consulta vienen muchos niños con falta de atención, valoramos si efectivamente su atención no es buena y a partir de ahí analizamos si esta falta de atención es debida a un auténtico TDAH. Con ésto evitamos meter a todos los niños en el mismo saco, evitamos frustraciones innecesarias de familiares y pacientes y logramos que cada caso reciba el tratamiento adecuado.
Muchas familiar me expresan su preocupación porque el fármaco sea “para toda la vida”: Es cierto que el psicoestimulante revierte el problema cuando el bajo nivel de atención se debe a un auténtico TDAH pero me veo en la obligación de recordar que este tratamiento es el último escalón en un protocolo terapeútico en el que la psicoterapia permite que ningún fármaco se convierta para toda la vida.
Pongamos coherencia ante el TDAH y demos la atención que merece este problema sin por ello entrar en un abismo de falsos diagnósticos y por lo tanto tratamiento erróneos. Contamos con novedosas técnicas diagnósticas y con la experiencia de años de trabajo. No caigamos en el discurso fácil de negar lo evidente (existe el TDAH) pero tampoco convirtamos las aulas en ejércitos de niños que comparten cromos, apuntes y el TDAH.

Dr. Flavio Gutierrez
Ligadura de Trompas
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LIGADURA DE TROMPAS
La ligadura de trompas es un método de esterilización de la mujer que consiste en una operación quirúrgica en la cual se interrumpe la conexión entre las trompas de Falopio y el útero.
Recuerdo anatómico
El aparato genital femenino está compuesto de la vagina, que permite la entrada del pene y la inseminación; los ovarios, que producen óvulos para fecundar; y el útero, que tiene tres funciones principalmente:
Permitir el paso de los espermatozoides desde la vagina hasta el encuentro con el óvulo.
Albergar el óvulo fecundado y el feto en desarrollo.
Contraerse durante el parto para expulsar el feto y la placenta.
El útero, a su vez, se puede dividir en tres partes: el cuello, el cuerpo y las trompas de Falopio. Las trompas de Falopio son dos conductos que salen del fondo del útero y alcanzan los ovarios para poder recoger el óvulo en cada ciclo ovárico. Las trompas tienen un tramo inicial estrecho cercano al útero llamado istmo y otro más cercano al ovario que se llama ampolla, más ensanchado y donde suele producirse el encuentro entre el ovario y espermatozoide.
¿Cuándo está indicada la ligadura de trompas?
La cirugía de ligadura de trompas está indicada a todas aquellas mujeres que quieran un método de contracepción permanente y que no tengan ninguna enfermedad -ginecológica o no- que impida la realización de esta cirugía o que obligue a realizar una operación distinta. La ligadura de trompas también está indicada a las mujeres para las que un embarazo representa un riesgo médico demasiado alto.
Contraindicaciones de la ligadura de trompas
Hay ciertas situaciones por las que una ligadura de trompas puede no ser aconsejable:
La mujer adecuada para recibir la ligadura de trompas debe haber tomado la decisión por ella misma, sin coacciones externas, y conociendo otras opciones de contracepción
La ligadura de trompas se considera una técnica de contracepción irreversible, aunque puede ser reversible por otra cirugía de unión de trompas o se puede conseguir la concepción mediante fecundación in vitro, pero el resultado dista mucho de la fertilidad con las trompas intactas. Por todo ello, no está indicada para aquellas mujeres que no estén seguras de querer la esterilización permanente. La mujer adecuada para recibir la ligadura de trompas debe haber tomado la decisión por ella misma, sin coacciones externas, y conociendo otras opciones de contracepción.
La ligadura de trompas tampoco está indicada para mujeres que hayan dado a luz recientemente. Por dos motivos: primero, el organismo de la mujer aún no está preparado para recibir una cirugía de esas características a no ser que sea una urgencia; y segundo, el puerperio no es el mejor momento para tomar una decisión de la que luego la mujer se puede arrepentir.
La cirugía laparoscópica está contraindicada en mujeres que tengan hernia de Morgagni (un orificio que se encuentra en la parte más posterior del diafragma y conecta abdomen con tórax).
También está contraindicada en mujeres con enfermedades cardiopulmonares graves, ya que al insuflar el abdomen con dióxido de carbono (cosa que se realiza en toda laparoscopia para poder tener un buen campo de visión) se puede comprimir grandes venas que impiden el retorno de las sangre al corazón. Además una parte del dióxido de carbono se absorbe por el peritoneo y puede producir arritmias cardíacas.
Las mujeres obesas y las que han sido sometidas a alguna operación quirúrgica abdominal tienen contraindicada la cirugía laparoscópica. En cuanto a la cirugía abdominal abierta, deben tenerse en cuenta estos factores y aumentar la vigilancia durante la operación. También es una opción a valorar para este tipo de personas la ligadura de trompas por hieroscopia. La hieroscopia está contraindicada para las mujeres que tengan alergia al níquel o a los medios de contraste, mujeres con infección pélvica, embarazadas o parturientas con sólo seis semanas desde el parto.
Una vez tomada la decisión y antes de realizar la cirugía de ligadura de trompas, se procede a hacer una serie de estudios que permita conocer el estado de salud de la mujer:
ESTUDIOS PREVIOS
Detección de gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina: la hCG es una hormona que aparece en el organismo de la mujer una vez producida la implantación del embrión en la pared del útero. Su detección nos permite conocer si una mujer está embarazada, lo que puede condicionar la cirugía. Es preferible realizar dos mediciones con una semana de distancia entre ellas, la última sería el mismo día de la cirugía, que debe realizarse preferiblemente los primeros días del ciclo ovárico para evitar falsos negativos por distorsiones hormonales.
Test Papanicolaou: este test consiste en coger una muestra de las células del epitelio del cuello uterino e identificar si tienen alteraciones propias de la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Se debe realizar dentro de seis meses anteriores a la operación.
Análisis de sangre y de orina: en toda cirugía se debe realizar.
Detección de infección por gonorrea y clamidia: la presencia de cualquiera de estos dos organismos nos hace saber que hay una infección pélvica en evolución. Se deben erradicar con antibióticos antes de realizar la cirugía, porque si no el riesgo de complicaciones posteriores a la cirugía es muy elevado.
Ecografía: se debe realizar una ecografía antes de la operación en busca de variaciones anatómicas, abscesos y tumoraciones. Se debe realizar la ecografía transvaginal sobre todo en pacientes obesas donde la ecografía rutinaria no permite explorar el interior de la pelvis. Si durante la operación se sospecha o encuentra alguna masa interna en las trompas se puede utilizar la ecografía intraoperatoria que nos ayude a discernir su origen.
Tipos de cirugía empleada en la ligadura de trompas
La cirugía de ligadura de trompas es más sencilla que otros procesos quirúrgicos. En esencia consiste en interrumpir el conducto de las trompas de Falopio de manera que los óvulos procedentes del ovario no consigan llegar al interior del útero, y que, por otro lado, los espermatozoides no puedan llegar desde el interior del útero hasta el ovario. Para conseguirlo hay diferentes técnicas -que se enumeran más abajo-, pero todas realizan los mismos pasos básicos:
* Cortar las Trompas de Falopio.
* Retirar o no el segmento más externo de las Trompas de Falopio.
* Ocluir los extremos de las Trompas. (Histeroscopia)
Las técnicas más comúnmente empleadas para realizar una ligadura de trompas son las siguientes:
Esterilización tubárica puerperal
La ligadura de trompas bilateral se puede realizar después de suturar el útero tras un parto por cesárea o incluso 72 horas después de un parto por vía vaginal. Es una cirugía bastante sencilla, ya que el fondo del útero está a nivel del ombligo y eso hace que las trompas de Falopio sean muy accesibles a través de una incisión periumbilical (alrededor del ombligo). Hay que recordar, sin embargo, que la decisión de realizar una esterilización justo después del parto debe ser tomada conscientemente por la mujer y preferiblemente antes del parto, ya que el puerperio es un periodo emocional que puede ser complicado.
Minilaparotomía
Se trata de una laparotomía con una incisión de menos de 5 centímetros. La operación puede realizarse a través de una incisión por encima del pubis, o por debajo del ombligo si se realiza 48 horas después del parto. La cirugía es sencilla, se comienza por realizar la incisión descrita anteriormente atravesando la piel y hasta llegar a la fascia que recubre los músculos abdominales, es importante en este punto cortar pequeñas hemorragias que suceden al dañar la musculatura. Cuando se llega al peritoneo, se atraviesa y se alcanza el útero que puede ser movilizado y elevado de manera que se visualicen mejor las trompas de Falopio colgando de cada extremo del fondo uterino. Casi el único error grave que se puede cometer en este tipo de cirugía es confundir las trompas de Falopio con los ligamentos redondos que sujetan los extremos del útero al esqueleto de la pelvis.
Laparoscopía
La diferencia entre una laparotomia y una laparoscopia es que en la última se realizan pequeñas incisiones en la piel del abdomen por donde entran trócares (una especie de punzones) y pinzas que permiten realizar la cirugía interna sin exponer el interior del abdomen hacia el exterior. Es posible manipular los órganos internos porque se introduce una cámara que muestra todo el campo quirúrgico.
Sus ventajas son muchas, como el menor tamaño de las incisiones en la piel, la rápida mejoría en el postoperatorio y la facilidad para encontrar las trompas de Falopio y explorar la pelvis. Entre las desventajas se incluyen el mayor riesgo de dañar vasos o vísceras internas accidentalmente (aunque en manos expertas el riesgo es mínimo). Hay una dificultad añadida si los pacientes son obesos o si el paciente ha recibido alguna cirugía previa que haya creado adhesiones en el peritoneo. Aún así el éxito en este tipo de cirugía supera el 99% de los casos.
Microlaparoscopía
Esta técnica consiste en utilizar un microendoscopio de entre 1,2 y 2 mm que entra a través de la piel por incisiones de unos 6 mm. Las ventajas son, en teoría, menos dolor postoperatorio, menos coste y más rápida recuperación de las mujeres sometidas a este tipo de intervención. Sin embargo, no hay estudios fiables que hayan demostrado estas ventajas, y por eso, tras 20 años de existencia, la microlaparoscopía no está siendo aún utilizada de forma habitual.
Histeroscopía
Consiste en realizar la esterilización de las trompas de Falopio desde dentro del útero, introduciendo el instrumental por la vagina y el cuello uterino. Sus ventajas son un menor coste económico, no necesitar incisiones en la piel ni anestesia general y un menor riesgo de accidentes dentro de la operación. La intervención se realiza con anestesia local, lo que permite a la mujer volver a su vida cotidiana en casi 24 horas. Las mujeres obesas o que hayan sido sometidas a cirugías abdominales previas son completamente aptas para realizar la histeroscopía.
Se ha demostrado que esta técnica es efectiva para prevenir el embarazo en un 99,8% de los casos. Tras la cirugía se debe realizar una histerosalpingografía que compruebe si las trompas de Falopio han sido bloqueadas completamente, esta prueba consiste en introducir un líquido, que se puede ver con rayos X, a través del cuello uterino, de manera que pinta todo el interior uterino y, si no fuese por la ligadura de trompas, saldría a través de las trompas hacia la cavidad abdominal.
Posibles complicaciones de la ligadura de trompas
Cualquier cirugía tiene sus riesgos y posibles complicaciones. También existen en la ligadura de trompas, aunque son poco frecuentes, ya que es una cirugía planificada y realizada principalmente en mujeres sanas. No obstante, estos son algunos de los problemas que pueden surgir durante la operación o como consecuencia de la misma:
Mortalidad
El riesgo de muerte es de 1-2 casos por cada 100.000 operaciones, casi todos por complicaciones derivadas de la anestesia. A pesar de lo que pueda parecer, las cifras son más bajas que en otras situaciones, por ejemplo, una operación de histerectomía (extracción del útero) tiene una mortalidad de 5-25 casos por cada 100.000 operadas, y un parto de por sí tiene una mortalidad de 8 casos por cada 100.000 niños paridos vivos (la cifra asciende hasta 500 casos por cada 100.000 nacidos vivos en los países en vías de desarrollo).
Durante la manipulación del instrumental quirúrgico dentro de la cavidad abdominal pueden dañarse involuntariamente órganos y vasos sanguíneos del entorno. La amplia mayoría de los casos se detecta en seguida y es de fácil solución.
Fallo del método
En ocasiones la ligadura de trompas fracasa como método contraceptivo, a pesar de que la operación se ha realizado correctamente. Durante el primer año tras la operación la mujer tiene un riesgo del 0,1-0,8% de quedarse embarazada, y en los casos que sucede hasta un tercio de los embarazos son embarazos ectópicos, es decir, la implantación del óvulo fecundado ocurre fuera de la cavidad uterina, con los riegos que ello conlleva. Los motivos de estos embarazos son:
Falsos negativos en el test de embarazo que se realiza antes de la intervención. Así se dan casos en los que se opera de ligadura de trompas a una mujer que ya tenía un embarazo en curso.
Incorrecta oclusión del segmento interno de las trompas, lo que permite el paso de espermatozoides hasta el ovario
Fusión parcial o completa de los dos segmentos cortados de trompa. Para prevenir esto son muchos los cirujanos que extraen el segmento externo de la trompa de Falopio o un segmento medio de unos 2 cm.
Dolor postoperatorio
Infección
Después de la cirugía se realiza una profilaxis antibiótica con el fin de evitar la contaminación de las heridas internas por microbios. El riesgo es moderado, ya que el útero y las trompas de Falopio albergan cavidad que está en contacto con el exterior de forma indirecta a través del cuello del útero y de la vagina.
Arrepentimiento de la paciente
La ligadura de trompas pretende ser un técnica contraceptiva permanente, pero el arrepentimiento de la mujer que ha sido sometida a esta técnica no es raro. Alrededor del 20% de las mujeres menores de 30 años se arrepienten de haberse realizado la ligadura de trompas, pero sólo el 6% de las mayores de 30 años lo hacen. Está claro que varios factores de la vida de cada persona influyen en la decisión y posterior arrepentimiento (edad, pareja estable, ser madre…)
Equipo de Ginecología




